¿Quieres que Dios registre tu nombre en Su libro como la persona que perduró siempre en comparación con alguien con un ministerio de titubeo, o alguien que es cálido y luego frío con Dios? ¿Cómo podemos mantenernos firmes sin importar lo que esté sucediendo en nuestras vidas? David dijo en Salmos 112:1: “Dichoso el que teme al señor, el que halla gran deleite en sus mandamientos”. En lugar de descartar los mandamientos de Dios, ¿podría ser que sea de lo único de lo que podemos estar seguros? Como acto de fé, ¿te mantendrás temiendo al Señor y siguiendo sus mandamientos?
Cuando rezo por ti, “escucho” una canción de victoria. Creo en ti porque creo en las verdades de Dios en ti cuando pones Sus verdades en acción.
Con cariño de Anita Carman