Escrito por Anita Carman
Querido Creyente,
¿Alguna vez has tenido dudas sobre el carácter de una persona o de sus motivos? Es difícil confiar en alguien a menos que estés segura de lo que son. Aprendamos de la Palabra de Dios, cómo podemos estar seguros.
En la cultura judía, un hecho se establece por el testimonio de dos testigos. En el evangelio de Juan, el apóstol Juan es nuestro primer testigo. A continuación, presenta a Juan el Bautista en el relato como un segundo testigo. Juan 1:7 nos dice que Juan el Bautista vino “como testigo para dar testimonio de la luz, a fin de que por medio de él todos creyeran.” NVI. Si no estás segura de alguien, ¿por qué no pedirle a Dios por un testigo de los hechos acerca de una persona? Encuentra personas dignas de confianza que puedan ofrecer testimonio acerca de la persona de la que no estás segura, de la misma manera que el apóstol Juan y Juan el Bautista dieron testimonio de la identidad de Jesús. Dios quiere que nuestra seguridad se base en hechos. Antes de embarcarte en un viaje con una persona que puede afectar tu vida de una manera importante, ¡asegúrate de tener los hechos!
Oro porque este mensaje te haya animado de una manera especial. Cuando oro por tí, escucho una canción de victoria. Creo en tí porque creo en el poder de la Palabra de Dios en tí, y cómo pones Su palabra en acción.
Con cariño, Anita