Hay momentos en la vida en que el camino desaparece en la forma en que los tres reyes magos ya no pudieron ver la estrella que estaban siguiendo. Lo que aprendí de ellos fue que no se regresaron. En lugar de eso, se mantuvieron en curso e implementaron una estrategia diferente para encontrar al Salvador. En lugar de buscar la estrella, comenzaron a preguntar y preguntar si alguien había visto al Mesías.
En la vida, lo que antes funcionaba para ti puede que ya no funcione. Esta no es una señal para abandonar la misión, sino para dejar que la misión sirva como tu ancla. Cuando todo lo demás cambia, lo único de lo que debemos estar seguros es de la misión a la que Dios nos envió. ¿Qué nos propusimos hacer y hemos terminado? Al mantenerse en curso, la estrella apareció de nuevo y llevó a los magos a donde nació Jesús. Dios cumplió su propósito con la estrella desaparecida porque eso incitó a los magos a hacer preguntas, y su investigación alertó a Herodes de la presencia de otro Rey en medio de ellos. Los planes de Dios incluyen más de que sólo tu y yo alcancemos nuestra meta. Incluso los retrasos y desvíos sirven para el mayor plan de Dios cuando mantenemos el rumbo.
Entonces, la próxima vez que desaparezcan las señales en tu vida, no entres en pánico. No te des una razón espiritual para salir de la misión de Dios. En cambio, mantén el rumbo y cambia las estrategias. Luego confía en que Dios conecte los puntos.
Cuando oro por tí, escucho una canción de victoria. Creo en tí porque creo en el poder de la verdad de la Palabra de Dios en tí, cuando pones Su verdad en acción.
Con cariño de Anita Carman