Estaba saliendo apurada de la casa cuando vi un paquete junto a la puerta.  Lo recogí rápidamente y lo puse dentro de la casa.  En cuanto lo levanté sentí algo en el pulgar derecho que parecía un corte de papel.  Pensé que era extraño que me hubiera cortado con una caja de cartón, pero no le di importancia.  Esperaba que el ardor desapareciera en breve, pero en vez de eso, sentí un dolor punzante en el brazo y mi mano comenzó a hincharse.  Seguramente me pico o mordió algo, pensé.  Estaba segura de que no era una serpiente, porque seguramente la hubiera visto. ¿Sería una araña? ¿Sería venenosa? Me dirigía a las oficinas centrales de Inspire Women para dar un discurso a las líderes del ministerio.  En lugar de eso ¿Iré a la clínica de emergencias para obtener una vacuna contra el veneno?  Hay momentos en la vida cuando algo sucede y no tenemos suficiente información para evaluar la situación.  No sabremos la respuesta correcta, excepto en retrospectiva.   Si la mordedura era venenosa, lo correcto sería dirigirse a la clínica de emergencias de inmediato. Si la mordida no era venenosa, sería mucho para interrumpir lo que estaba programado.

En mi caso, tuve la bendición de tener a una enfermera en la sede central de Inspire Women que se ofrecía como voluntaria.  Ella notó una erupción en mi brazo y me dio Benadryl para la reacción alérgica.   Entonces dí mi discurso de apertura y luego fui inmediatamente a la clínica de emergencia.  El médico dijo que la mordedura no parecía ser de un insecto venenoso y me dio algunos medicamentos fuertes para el dolor.  Al día siguiente, el dolor desapareció. Entonces, ¿de qué se trató todo eso?  Un algo no identificado me mordió.  Otro recordatorio de que, en la vida, cualquier cosa puede suceder en cualquier momento.  Y cuando así suceda, reza para que Dios ponga a las personas correctas a tu alrededor y te dé la fortaleza para terminar lo que Él te envió a hacer.  Hay momentos en los que no detendrá la picadura de un insecto, o alejará una tormenta, y nos toca seguir sirviendo en medio de la adversidad.  Pero la buena noticia con picaduras de insectos y tormentas es esta: también pasarán.

Cuando oro por tí, escucho una canción de victoria. Creo en tí porque creo en el poder de la Palabra de Dios en tí, cuando pones Su palabra en acción.

Con cariño de Anita Carman

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