Es mucho más fácil romper una promesa cuando estamos enfrentando tiempos difíciles y tenemos muy buenas razones para deshacernos de un compromiso. En lugar de simplemente asumir que tenemos justificación, ¿por qué no confiamos en Dios para poder cumplir con nuestras promesas? El rey David dijo en el Salmo 15:5: “El que así actúa no caerá jamás”. Así incluía “El que cumple lo prometido aunque salga perjudicado”. El que no cae es una persona con palabra. Cuando no puedes confiar en nada más que en un mundo cambiante, al menos debes saber que tu misma puedes ser digna de confianza.
Cuando oro por tí, escucho una canción de victoria. Creo en tí porque creo en el poder de las verdades de la Palabra de Dios en tí, cuando pones Sus verdades en acción.
Con cariño de Anita Carman