Cuando necesito ayuda, mi primer instinto es decir que no quiero molestar a nadie. Esto puede parecer considerado, pero en realidad es un encubrimiento de mi orgullo. Lo que quiero es demostrarme a mí misma que soy autosuficiente. Eclesiastés 4:9-10 dice: “Mas valen dos que uno, porque obtienen mas fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro.” No honramos a Dios cuando hacemos las cosas por nosotros mismos porque Él nos creó para completarnos los unos a los otros. Entonces, la próxima vez que necesites ayuda, adéntrate al diseño de Dios y ten la humildad de pedir ayuda.
Cuando oro por ti, “escucho” una canción de victoria. Creo en ti porque creo en las verdades de Dios en ti cuando pones Sus verdades en acción.
Con cariño de Anita Carman