Escrito por Anita Carman

Querida Creyente,

Tal vez hayas oído que algunas personas dicen, “Es tu vida. Haz con ella lo que quieras.” Pero el hecho es que nuestra vida no nos pertenece. Nuestra vida fue alentada en nosotros por Dios para cumplir Su propósito. ¿Has tomado tu vida que no te pertenece a emprender un camino diferente al destino del que fue la intención de Dios?

En Juan 12:26, Jesús dijo: “Quien quiera servírme, debe seguírme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo.  A quien me sirva, mi Padre lo honrará. “NVI. Jesús nos enseña que para servirle significa que debemos seguirlo. Después, conecta específicamente “seguirme” con ” donde yo esté, allí también estará mi siervo.” Seguir a Jesús significa servir donde la presencia de Dios es evidente y no liberarte prematuramente porque tienes otros planes. Jesús también nos dice que cuando lo seguimos al servir donde Él está trabajando, entonces Dios nos honrará. ¡Con el honor de Dios también viene el premio! Otra forma de expresar esta verdad es decir que Dios no nos va a honrar si no nos quedamos donde la presencia de Dios es evidente. ¿Qué estás persiguiendo que te causaría arriesgar el honor de Dios? ¿Qué es lo que debes cambiar para que no arriesgues el premio y sus bendiciones?

Oro porque este mensaje te haya animado de una manera especial. Cuando oro por tí, escucho una canción de victoria. Creo en tí porque creo en el poder de la Palabra de Dios en tí, y cómo pones Su palabra en acción.

Con cariño, Anita

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