Cuando mi nieto tenía solo cuatro meses, celebraba recostado sobre su espalda y balanceando la parte superior de su cuerpo de derecha a izquierda. Parecía que estaba haciendo un baile feliz. Entonces, un día le dije algo positivo a mi hijo y él comenzó a balancearse de derecha a izquierda e hizo un baile feliz. ¿Influyó mi hijo en mi nieto para celebrar con un baile feliz o mi nieto fue el que influyó a mi hijo? Lo único que sé es que, cuanto más estoy cerca de los dos, más veo cómo responden de manera similar.
Me hicieron pensar en mi relación con mi Padre celestial. Jesús dijo que solo hace lo que ve hacer a su Padre. ¿Sigo el patrón de mi Padre celestial y le respondo a la vida de la manera en que Él lo hace? ¿Qué es lo que hace que Dios haga un baile feliz y a mí, las mismas cosas también me hacen bailar?
Cuando oro por tí, escucho una canción de victoria. Creo en tí porque creo en el poder de la Palabra de Dios en tí, cuando pones Su palabra en acción.
Con cariño de Anita Carman