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Escrito por Anita Carman

Querido Creyente,

¿Alguna vez has agonizado por decir adiós? ¿Sabías que el decir adiós es una de las bendiciones de Dios? ¿Estás lista a decir adiós para que puedas seguir adelante con los planes de Dios para el futuro?

En 1 Samuel 16:1, Dios le dijo a Samuel, el profeta, “¿Cuánto tiempo vas a quedarte llorando por Saúl, si ya lo he rechazado como rey de Israel?  Mejor llena de aceite tu cuerno, y ponte en camino.  Voy a enviarte a Belén, a la casa de Isaí, pues he escogido como rey a uno de sus hijos.”NVI.

¿Estás de luto por alguien que ha pecado contra Dios? ¿Todavía echas de menos cómo solían ser las cosas? Antes de perder un día más, resuelve en tu corazón que Dios es el que ha rechazado el que ha roto las leyes de Dios. Cuando Dios decide que ya ha tenido suficiente, estamos siendo desobedientes cuando creemos que podemos mostrar más misericordia que Dios.

Cuando Dios finalmente le encargó al profeta Samuel que dejara a Saúl, Él también le dijo a Samuel a ungir a uno de los hijos de Isaí a ser el próximo rey. Encuentra consuelo en saber que cuando Dios libera a una persona que ha tomado parte de un papel clave en tu vida, Él ya ha puesto en marcha los planes para nombrar a alguien nuevo a tomar el relevo. Si tienes miedo de decir adiós a alguien que Dios ha rechazado por miedo de caminar solo, ten por seguro que Dios no va a dejar un vacío en tu vida. ¡Entre más tiempo te demoras, más tiempo tomas en recibir tus propias bendiciones! ¿Es hora de ver a un adiós como un regalo, y de empezar a celebrar nuevos sueños y nuevos comienzos?

Oro porque este mensaje te haya animado de una manera especial. Cuando oro por tí, escucho una canción de victoria. Creo en tí porque creo en el poder de la Palabra de Dios en tí, y cómo pones Su palabra en acción.

Con cariño, Anita